Un día de aventura, así describiría este momento. Despertando a las 7 am del día 13 de Junio me preparo para una de mis primeras grandes aventuras como periodista. No conocía el Callao, nunca había pisado suelo chalaco en mis 18 años de vida y era la primera vez que iba para allá e iría solo, sin conocer exactamente a donde iba.
Estaba un poco asustado, por que las personas a mí alrededor de mí decían, que es un lugar peligroso. Pero investigando bien y averiguando como llegar hacia el estadio de Campolo en la Perla, Callao; mi amigo Pérez, mi promo y un buen compañero me dice que es una zona tranquila, que no me debo preocupar por mucho.
Con esa tranquilidad y respiro que me dio mi querido amigo, salgo de mi casa a las 7:30 en Surquillo con dirección al puente Angamos, a rogarle a alguien que me preste su carnet del Metropolitano (cosa que a esa hora de la mañana es un poco complicado). Consigo que me presten el carnet y empieza lo bueno, empieza la aventura.
 |
Asociación de chicos deportistas
|
La danza de los limeños en el Metropolitano empieza, esa danza diaria que asumen para llegar hacia su centro de estudios o trabajo. Esa danza que espero nunca me toque vivir de una manera tan constante en el Metropolitano.
Ya adentro del burro que recorre medio Lima, voy parado y no tan aplastado como imagina. Tampoco estaba oliendo feo o tenía problemas con la típica señora que te molestaba por estar cerca de ella, lo único que me fastidiaba era que me estaba doliendo la rodilla y estaba de pie, tenía que bancarme todo el trayecto aguantado el dolor de rodilla de aquella operación por allá del 2015.
 |
| Destino. |
Con el Metropolitano paso por la casa de la selección "el coloso de José Díaz" a eso de las 8:05, recordando bonitos momentos, como el gol de Tapia a Ecuador (estuve ahí, en el popular alentando como se debe) o el gol de Guerrero a Uruguay con esplendido pase de Yotún y el fatídico día de la lesión de Fernando Canales (jugador que me gusta su forma de jugar) contra la Vallejo, un partido que lo estaba jugando bien y sale con una lesión fuerte. Nunca volví a jugar como en ese partido (al menos yo no lo he visto).
Mi amigo que me había indicado que carro tomar y como llegar a Campolo. Me dijo que baje en la estación Alfonso Ugarte y dicha estación no existe, así que me pasó de estación y termino en Caquetá en el Rimac. Preguntando y preguntándome di cuenta de mi equivocación, baje lo más pronto posible y guarde otro carro para llegar a la estación España, donde debí bajar.
Llega un nuevo autobús y entra de la manera más tranquila, sin empujar y pidiendo permiso, pero aparece un tipo atrás mío que solo me atina a empujar, diciendo que hay espacio en un lugar donde ya no entraba nadie. Las puertas del carro se cierran y esta misma casi se viene mi dedo pulgar del pie derecho. Ahora un dolor aparte de la rodilla me acompaña, todo se torna mejor e interesante.
El Metropolitano es una vía mas para poder llegar al recinto deportivo del Callao
Llego hasta la estación España y camino unas cuadras hasta la Av. Venezuela, donde paradójicamente no vendían arepas. Subo a un micro y me siento más cerca del Callao, más cerca de mi destino. En el carro empieza a sonar Zaperoko, actual roqueta salsera de moda en el Callao, me gusta la salsa pero por estos lares se vive distinto, se respira salsa, se respira Sport Boys.
Después de recorrer casi toda Venezuela, cruzar el hospital militar, la Universidad Nacional Mayor de
San Marco entre otros lugares, bajo en la avenida Haya de la Torre y camino unas cuadras hacia la izquierda. Lo primero que veo es un anuncio del partido de la fecha pasada de Sport Boys contra La Bocana que ganan por goleada (5-1), sigo caminando y me topo con gente de la Academia Cantolao sede Callao y veo también la popular combi rosada. Al fin llego a Campolo.
 |
| Johan Fano en el calentamiento |
 |
| Furgoneta Rosada |
Entro a apreciar el entrenamiento de Sport Boys, el buen ambiente del equipo se siente al ver la entrada en calor en sí. Todos se ríen y disfrutan del momento dulce que pasa el equipo, ese que los lleva a estar en el primer lugar de la tabla. Mario Viera junta a todos sus dirigidos en el medio de la cancha y empieza una charla técnica explicando errores puntuales y aciertos del último partido que jugaron en ese entonces contra La Bocana.
Al finalizar este, básicamente el equipo se divide en tres grupos; los que jugaron el fin de semana y la suplencia dividida en dos grupos. Los titulares habituales hacen un trabajo regenerativo y los otros dos grupos hacen un trabajo más que interesante. El primer trabajo a realizar se coloca 4 arcos con conos, el objetivo hacer el gol dando un pase ras del suelo. Un trabajo en un espacio reducido donde el cerebro del jugador debe jugar rápido, moverse y buscar un cambio de banda dependiendo de la situación. Generando así un juego asociativo, rápido y eficaz; un jueguito básico pero perfecto.
 |
| Entrenamiento del primer equipo |
El segundo trabajo hace que el grupo de la suplencia se divide en tres equipos que, en una mitad de cancha hacen un trabajo defensivo/ofensivo. Divididos en tres colores (rojo, verde y plomo) el trabajo
es el siguiente; en una mitad se para el equipo que defiende (rojo), el que ataca (verde) y el otro equipo (plomo) espera en la otra área. El equipo rojo debe defender su portería y buscar salir de su área para poder triunfar y los de color verde deben medir el gol y evitar que los de color rojo salgan de su área, haciendo que tocar y se muevan rápidamente. Al salir de su área el equipo que defiende pasa a atacar al equipo que estaba esperando en la otra área (plomo) y así sigue el juego. Es un juego simple pero a la vez completo, busca el toque rápido, la movilidad y la sorpresa del cambio de banda.
Con estos simples jueguitos te das cuenta de la orientación del DT Viera, quiere el toque en el equipo, quiere que se muevan y tener siempre una oportunidad de pase.
Al finalizar esto, básicamente todo el equipo se estira y empieza a salir el sol en la Perla. El frío de la zona empieza a desaparecer y los aviones siguen despegando del aeropuerto más cercano. Siendo las 12 la gente del Boys agarra sus cosas y empiezan a irse, el matutino del martes llega a su fin.
Mi primera aventura como periodista había terminado, era un momento reconfortante, te da cuenta a flor de piel que vale la pena todo esfuerzo.
Este entrenamiento era para preparar el partido contra Coopsol que los rosados lo ganan con tranquilidad en Chancay, con goles de Ambriz y Ramos. Lo curioso de todo esto es que, Ambriz no estuvo en el entrenamiento del martes, cosas del destino.
 |
| Coopsol 0 Chicos 2 Foto: Julio Sone |